Reducir dolor de la vacunación
Se trata de una escena habitual en los centros de salud de todo el mundo: entre lágrimas y sollozos, y abrazados a sus madres, padres o sus cuidadores, los niños y niñas hacen acopio de valor para recibir vacunas que les salvan la vida. No obstante, a ningún padre o madre ni profesional sanitario le gusta ver sufrir a un niño. Todos queremos que los niños se sientan tranquilos cuando les hemos de vacunar.
Pues bien, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recoge en el documento “Reducción del dolor que causa la vacunación” medidas generales que se recomiendan a la hora de vacunar. Entre ellas aparece la TETANALGESIA, sensación de calma que los lactantes sienten cuando están siendo amamantados durante la vacunación o inmediatamente después. El contacto estrecho con la madre y la alimentación disminuye la sensación de dolor, y si bien no es una garantía, sí ayuda a disminuir las sensaciones poco placenteras que implica una vacuna.
Así que, las mamás que hacían ésto por mero instinto ahora tienen el respaldo científico y es que según la OMS el miedo a la inyección y el rechazo al dolor son una de las razones que conducen a las personas a rechazar las vacunas, con los riesgos que ello implica para la salud de la población infantil y de los que la rodean. Se calcula que cada año mueren 1,5 millones de niños de enfermedades prevenibles por vacunación.
¿A qué estás esperando?
¡pruébalo en la próxima vacuna de tu hijo o hija!
Por Mª Mar Albero. Enfermera del servicio de vacunaciones del Ayuntamiento de Murcia.